El nombre de este blog hace referencia a una máxima en mi vida personal y profesional, en mi profunda convicción de creer en la infancia vulnerada, la cual a pesar de haber sido profundamente dañada a menudo por personas que les deberían haber protegido, todavía quedan en ell@s brasas sobre las que soplar con mucho cuidado para poder avivar esa confianza en la vida y en las personas.
Y sobre eso voy a hablar en este post, espero con toda la humildad del mundo poder aportar algo.
¿Cómo ayudar a los niñ@s que han sido gravemente dañados?
Para que sea efectiva cualquier intervención los niños tienen que contar al menos con un adulto que esté totalmente por ellos, como dice un dicho: "todo niño necesita a alguien que esté loco por él", así mismo , se debe de encontrar en un entorno seguro, alejado de la fuente del terror y del miedo.
Aviso para l@s sopladores de brasas necesitaremos de mucha fe e infinita paciencia pero sin duda alguna ell@s se lo merecen, necesitan que honremos su sufrimiento y así lo haremos, esto es realmente reparador para ell@s.
¿Cómo lograrlo? Vamos a intervenir neurosecuencialmente es decir comenzaremos por lo más básico, el Cerebro Reptiliano retomando las horas de sueño, la alimentación, el juego y el descanso, cambiando el desequilibrio por armonía.
Seguimos por el Cerebro Emocional, calmando a esa amígdala que se dispara ante cualquier estimulo sea positivo o negativo, no podemos olvidar que el amor también puede actuar como un disparador y se puede volver muy amenazante para nuestros niños que han tenido que vivir situaciones muy dolorosas provocadas a veces por personas que los deberían haber cuidado y protegido, cambiando el odio y el rencor por el perdón (no necesario) y la aceptación, finalizaremos por la Corteza Prefontal o Cerebro superior, encargado de tomar las buenas decisiones en nuestra vida, casi nada, cuando lleguemos aquí es cuando vamos a tener que soplar con muchísimo cuidado y muy poco a poco, integrando el dolor por liberación y la separación por la unión, entonces la alquimia realizada con las tres partes del cerebro, convertirá ese cerebro desolado en un cerebro integrado.
Me gustaría finalizar mi post con esta metáfora: Kintsugi, el arte de reparar.
Cuando los japoneses reparan objetos rotos enaltecen la zona dañada rellenando las grietas con oro, ellos creen que cuando algo ha sufrido un daño tiene una historia y se vuelve más hermoso.
Yo también lo creo, creo que las personas se pueden volver muy hermosas a pesar de haber sufrido todo tipo de adversidades, creo en la belleza de las cicatrices y en la resiliencia.
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